sábado, 21 de diciembre de 2019

CUENTO DE NAVIDAD 2019 - TETUAN EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS


CUENTO DE NAVIDAD 2019

Es navidad y aquí tenéis el cuento de este año, ya tradición.

La verdad es que no quería escribirlo, porque llevamos en este país una de cuentos desmesurada.

No tenemos noticias de ningún avance en el Desarrollo del Paseo de la Dirección, asombrándonos todos los días con “desbloqueos” de otros temas.  Hemos al parecer dejado de ser una prioridad.

Y para mí es imposible contar lo que no existe. No estamos bloqueados, debe ser que simplemente no nos movemos.

Vivimos en el Paseo un momento de incertidumbre. Todos tenemos claro lo que nos ha pasado, pero desconocemos si serán ciertos los cantos de sirena de un mundo mejor atraídos sobre todo a la vista de los acontecimientos únicamente promovidos por la inversión privada de las cuatro torres.

A su vez nos caemos de bruces en la realidad de la controversia por la falta de ejecuciones de calles por realizar como las actualmente en ejecución. Esa fase 0 es eso de momento, un número, y no bueno.

No son buenas las noticias de dificultades de integración de algunas familias en los edificios de realojo y nos aturdimos al sospechar 600 viviendas similares más en ese futuro tan maravilloso.

La EMVS indica que ya han terminado de realojar a todos los expropiados que Desarrollo Urbano les había indicado, pero existen familias aún sin piso.

El departamento de Expropiaciones da por terminado todo este proceso, cediendo la responsabilidad de los realojos no considerados en manos del departamento de Patrimonio Municipal, personal que desconoce todo de este proceso.

Pero esto no es bloqueo del anterior equipo de gobierno. Mal asunto.

No es un mundo feliz, así que en este cuento nadie aún come perdices ni se casa al final.

Parece olvidados las disculpas colectivas como individuales del actual alcalde así como los retrasos de años e injusticias cometidas.

Pero hay que contar un cuento, pero hay uno que creo puede en el tono sarcástico y agridulce propio del momento, representar esta inquietud colectiva:

TETUAN EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS


Estaba sentada Tetuán con su hermana Chamberí a la sombra de un famoso árbol, una morera que reivindicaba junto al Paseo de la Dirección una asombrosa historia de sus habitantes.

Tetuán era una joven que creció al lado de su querida hermana, intentando protegerse a su vera, de los trastornos de personalidad, propios de un desordenado crecimiento, parecía que el momento de hacerse mayor no llegaría jamás.

De repente, apareció un Conejo Blanco, corriendo, preguntando siempre por la hora, despertando a Tetuán de un profundo sueño. (Tengo más fotos del conejo, pero todos creo tenemos alguna )  

Se refugió el Conejo en una madriguera y Tetuán le siguió, cayendo en lo que era una profunda crisis. Todo era oscuridad, y se precipitaba sin remedio, dejándose llevar por la fuerza de la gravedad.




Cuando llegó al fondo, se le apareció, de repente, un precioso jardín, el parque ya era accesible y su cornisa daba acceso a  un futuro deseable. Se encontró con comida ( justiprecio ) y bebida ( justicia ) . La comida era mágica y de pocos bocados la hacía crecer desproporcionadamente, y sin embargo la bebida la hacía cada vez más diminuta.




No encontraba Tetuán, con tanto experimento, su tamaño ideal, ante un mundo ajeno, lleno de animales de ficción que la prometían un mundo mejor. Se puso a llorar y a gritar, por lo que sin querer le sucedía, por lo que el conejo, para protegerse del escándalo público provocado, dejó caer un abanico. La chica, al refrescarse con el artilugio del conejo, se iba haciendo de nuevo más pequeña, hasta nadar en su propio mar de lágrimas. De nuevo Tetuán, luchando por no ahogarse en sí misma.

Se dio cuenta Tetuán de que nadie venía a hacerla crecer sino todo lo contrario, o no, aunque en realidad lo que pasaba es que usurpaban todo lo que era y poseía. Un robo, vamos.





Y fue allí donde Tetuán encontró  a sus amigos, animales todos, que sirvieron para ayudarla en lo que pudieran en este peligroso viaje. Así conoció a los miembros de La Plataforma, el ratón ( y narrador del cuento ), un pato, un dodo,  un aguilucho y un loro. Ya no estaba sola, sino que caminaban juntos buscando su común hogar que cambiaba por momentos.



Sin embargo, corrían siempre en círculos, no llegando a ninguna parte, agotándose ante tanto esfuerzo inútil. Por más que reclamaban soluciones, nadie las aportaba. Este es el laberinto en el que se encontraba

El astuto conejo blanco los envió a la famosa “casa blanca”. Buscaba su abanico, ya que el poder que ahora tenía Tetuán y sus amigos comprometía gravemente su tiempo.

Cuando Tetuán entró,  descubre una botella con membrete, ponía TS . Bebe de su contenido y vuelve a crecer hasta no caber en la casa. No solo encontraba su tamaño sino que ahora era gigante, no habiendo cabida para tal despropósito. 

 Fuera se acumula ya una multitud. Hasta la prensa y los políticos se hace eco de tal desastre como desmesura, en una situación que pone en peligro toda Tetuán y a sus amigos. 



Fue una oruga consejera la que la dio a comer de una seta y Tetuán aprendió según comía a tomar cualquier tamaño, sintiéndose un poco más protegida. Pero poco más podía hacer la oruga, en un mundo donde mandaban las figuras de la baraja.


  
En este transcurso, Tetuán llega a una casita de tan sólo metro y medio de altura, por lo que para entrar tuvo que comer de la seta para reducir más su tamaño. Era esta, La casa de la Duquesa, política que mandaba en aquel lugar, junto a sus lacayos ( el pez y la rana ).  Estos entregaron a la Duquesa, la invitación de La Reina de Corazones, mandataria mayor del país de las maravillas prometido.


Conoce a su vez en la casa al gato de Cheshire,  sonriente asesor de la Duquesa, que sale corriendo a la invitación de la Reina a jugar al croquet.


Cada vez que recorría el Paseo se iban añadiendo a La Plataforma nuevos amigos, el Sombrerero, la liebre de marzo, pero sus conversaciones son acertijos cada vez de mayor dificultad. Ningún animal, cada uno distinto, comprendían la situación.



Decide Tetuán y sus animales seguir a la Duquesa hasta la casa de la Reina. querían pedir explicaciones de todo esto. Pero la Duquesa llega tarde al juego y es arrestada ( la dejaron fuera de juego ).

Son invitados a jugar al croquet, una Participación Ciudadana del lugar, pero no saben jugar tampoco a este en realidad juego inmobiliario, con barajas de cartas marcadas.


Es el gato de Cheshire el que intenta manejar a la desconcertada Tetuán a jugar en lo que quiere la Duquesa, por lo que la Reina, que no le gusta que no la obedezcan, ordena corten la cabeza de dicho animal, pero este desapareció sigilosamente con su ama.


La Duquesa pasa de ser mala malísima a comprender que la mejor manera de salvar su cabeza era hacerse amiga de Tetuán y le manda a una amiga ( la falsa tortuga ) para contar su historia y dejar mal, tanto a la Reina y su colaborador conejo blanco, como todos sus lacayos secuaces.


Estaba claro que la única opción de estos malvados personajes era provocar un juicio que echara la culpa a otros. Se buscaron una culpable, que resultó ser La Sota de Corazones, los expropiados, elegida al azar entre todo el mazo de naipes. Por supuesto, como este juicio estaba trucado, el conejo blanco actuaba como heraldo de la corte.

La pobre Sota de Corazones, ella sola, perdería inexorablemente ese pleito y sería la culpable de haber robado las tartas que la Reina había preparado “en un día de verano” ( un 15 de Agosto ).

De nada sirvió la bebida que la hacía crecer hasta su verdadero tamaño. Pocos pudieron acceder a su contenido.


Hasta Tetuan fue acusada de ser la responsable de esta liquidación amistosa que había robado las tartas de las que deberían comer todos.


Se descubrió que las tartas seguían ahí, que nunca fueron sustraídas, sino que era la Reina, que las quería distribuir a su antojo. 


Por ello, siguió acusando a la Sota, cuya cabeza ya ni se la encontraba, buscando como podía realojo. Tetuán intentó convencer a la Reina de esta injusticia, lo cual fue peor, pues ordenaron detenerla.



Tetuán, seriamente amenazada, se despertó, al regazo de su hermana Chamberí. Del parque maravilloso no quedaba nada, salvo esos accesos que le apartaban de los ciudadanos.

Todo había sido un sueño, no existía nada más que intereses ajenos, que nos hacían cada vez más grandes, o más pequeños, según sus deseos, olvidándose de los animales que discurrimos por la historia sin probar la tarta robada, que siempre estuvo allí, junto a la cornisa, la morera y el Paseo de la Dirección .

Tetuán se fue haciendo mayor, abandonada a su suerte, haciendo ya no esfuerzos por buscar su dimensión, en una locura frenética de crecimiento incontrolado, sino queriendo encontrar su identidad propia, ajena pero colindante a su hermana.

La reina de corazones, no fue reelegida y decidió dejar el reinado en manos de sus lacayos, apartando previamente a la duquesa y sus amigos molestos.


Las tartas, vaya si aparecieron, es más, se hicieron gigantes, y se hicieron las protagonistas de la historia a partir de ese momento. 

De la cabeza de la Sota y el resto de animales, supongo que la rata esta escribiendo un mejor final, pero tiene muy mala cara.




Del rey que sustituyó a la reina, poco se sabe, y, habiendo prometido poner orden entre tanto desacato, no hubo animal que le viera llegar por el lugar, y eso que vivía cerca.

Nadie  quería hacerse cargo de todo este lío, prefiriendo dedicarse a plantar árboles en otros lugares.

El final de este cuento, será otro cuento, y ya el año que viene lo escribiremos entre todos.

Gracias a todos los animales que intentan hacer de este mundo, algo maravilloso. Lo consigan o no.

Pd.: Los cuentos son eternos porque nos ayudan a entender la vida real, pero los sueños hay que perseguirlos, porque es la única forma de que se cumplan.

De todas formas, ya lo dijo Calderón de la Barca, “la vida es sueño y los sueños, sueños son. ”

 Y colorín colorado, este cuento, no hay quien lo acabe.

FELIZ NAVIDAD, a todos, incluso al conejo.