miércoles, 10 de octubre de 2018

¿ Hay alguien más ?






CONTRATO  TIPO DE REALOJO ¿¿??






Adjunto os publico el tipo de contrato que se está mandando a los “posibles” adjudicatarios de esa subvención futura prometida que permitiría la adquisición de la misma cubriendo la diferencia entre lo injustamente abonado inferior ( si no tendría poco sentido ) por la casa expropiada y el coste  de la nueva.

Cosas a decir:

Yo comprendo que la subvención no está aprobada y que no es de responsabilidad de la EMVS, porque no es la empresa que la concede, sino DUS, y pertenecen a Áreas de Gobierno distintas del Ayuntamiento.

Por esto entiendo que no figure nada de esto en el contrato de esta empresa.

También comprendo que el reembolso de las cantidades mensuales por el derecho de uso hasta la adquisición de la vivienda no  es responsabilidad de la EMVS y no figure.

A su vez me explico que esta situación “excepcional “ requiera un tratamiento jurídico especial, intentado alejarlo del contrato tipo de arrendamiento de la entidad.

También creo comprensible que a todo esto la EMVS le ponga, sin decir por qué, un plazo, que es un año a la firma más uno de prórroga. Total, dos años de tránsito.

Y que para poner a esto un nombre se le llame “ Contrato de Cesión Onerosa del Derecho de Uso”, que permítanme en mi poca cualificación como experto en leyes que puede ser una definición de Contrato de Arrendamiento, puro y duro.

Lo que a mi humilde entender se pretende, no sé con qué éxito, es limitar la duración expresa del mismo, alejándolo de las limitaciones que indica la Ley, que son 3 años y que se habla de ampliar de nuevo a 5.

Por esta fórmula, aquellos que no puedan o quieran acogerse a esa Subvención, pues en ese plazo máximo, quedan expuestos a un contrato de arrendamiento posterior.

Así mismo, si esa subvención es….. sencillamente mentira, cosa que según referencias tardaremos meses en saber, lo cual nos mete en elecciones…. Pues conduce a esta gente al simple contrato de arrendamiento.

Como veis, yo lo comprendo todo.

Decía el Delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel, a preguntas mías por ese 3 modificado del Plan y la realidad de esa accesibilidad al parque, objeto del mismo, que él no pedía actos de Fe, porque no creía en Dios.

Yo puedo estar hasta de acuerdo personalmente, pero lo que no puede es con estos contratos pedir actos de fe.

Unos de mis chistes favoritos son tan antiguo como yo. Ya lo ha publicado en algún post.  Era del fallecido humorista Eugenio, siempre fumando.

Iba un alpinista escalando con su cordaje una colina, cuando se rompe su protección y difícilmente se agarra a la montaña para no precipitarse irremediablemente al abismo.

Viendo su situación límite, gritaba socorro.

De repente, suspendido en el cielo, aparece un ángel, que le dice:

“Tranquilo, aquí estoy yo para ayudarte, confía en mí, suelta tus manos que yo, a unos pocos metros del suelo, te recogeré  con la suavidad debida, depositándote sin daño alguno en la superficie. “

Después de  una breve reflexión que debieron ser milésimas de segundo el montañero gritaba:

¿ Hay alguien más ?

Pues yo es lo que creo que sienten estas familias. Se les ofrece una promesa no escrita, sin ninguna garantía, abandonando todo lo que tienen, con un contrato al límite no se si de la legalidad, sino de la comprensión.

Viene a ser como esos comentarios de otro cómico que me gusta, José Mota: “Tú firma, que ya veremos qué”.

Pero es cierto que la necesidad de creer es muy grande, porque no hay nadie más.

¿ Dónde están los grupos sociales, los políticos ?

Pues muy sencillo, preparándose para unas elecciones que les impulsen al poder o los mantengan en él. Malos tiempos para la lírica.

Y insisto en el final del chiste:

¿ Hay alguien más ?

Queda a su vez saber quién decide  el "afortunado" con este contrato y quién sencillamente ya se le deniega la subvención formulando el arrendamiento puro y duro.

A todo esto están los gitanos, que han sido marginados de todo sorteo y que ni siquiera han visto sus viviendas, lo cual es malo no solo para ellos, sino para una futura integración.

De las familias que no han sido recogidas aún por diversos motivos, pero que sin duda imposibilitan el derribo como ejecución de cualquier actuación…. Mejor no hablar.

Y llega otra fecha anunciada, el 15 de octubre.

Y, aún correspondiendo algunas ideas de José Manuel, me atrevo a no invocar la Fe, sino una frase taurina:

“ Que Dios reparta suerte”.

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